POR: Pbro. Usbaldo Castaño
LA BIBLIA NOS HABLA DE UNA SOLA IGLESIA: En el Evangelio según San Mateo, leemos que San Pedro después de haber declarado que Cristo es Hijo de Dios vivo, recibe del mismo Cristo esta respuesta “Bienaventurado tú Simón hijo de Juan, porque esto no te lo ha revelado ni la carne ni la sangre sino mi Padre que está en los cielos, y yo te digo que tú eres Pedro y sobre esta piedra edificaré MI IGLESIA, y las puertas del abismo no prevalecerán sobre ella. A ti te daré las llaves del reino de los cielos; todo lo que ates sobre la tierra, será atado en el cielo y lo que desates en la tierra quedará desatado en el cielo” (Mt. 16,17-19).
Nuestro Señor habla de una sola iglesia, mi Iglesia, no dice mis iglesias. Aunque la Iglesia está en el mundo entero, es una, como el cuerpo está compuesto por muchos miembros, sin embargo es uno solo, en ningún momento Jesús habla de varias iglesias. Al contrario nos manda ser prudentes y no dejarnos engañar por los falsos y supuestos profetas que sin ningún poder, derecho ni autoridad fundan “sus iglesias”, muchas de ellas surgidas de los desacuerdos, discusiones o intereses personales de entre ellos y van por el mundo engañando a la gente con la Biblia robada a la Iglesia Católica, distorsionándola y manipulándola y usurpando el nombre.
Los Apóstoles, es decir los enviados y depositarios de la autoridad de Jesucristo, antes de morir dejaron sucesores legítimos, desde el siglo primero hasta nuestros días la Iglesia Católica ha tenido Sacerdotes, Obispos y Papas.
Como Cristo es el único mediador entre Dios y los hombres (1Tim.2, 5), así la Iglesia Católica es la única Iglesia que conduce a Jesucristo puesto que ella sola fue fundada por El, para continuar su obra. Cristo formó a los apóstoles y esto a su vez formaron a otros hombres a quienes dieron poder y la misión de predicar conforme a la fe que ellos recibieron, predicaron y testimoniaron (II Tim. 2,2).
San Pablo escribe a su discípulo el Obispo Tito “Te he dejado en Creta (isla griega) para que arregles las cosas que faltan y para que constituyas presbíteros en cada ciudad como yo te ordené” (Tit. 1,5).
Los presbíteros son los sacerdotes y su jefe, supervisor, es el Obispo, el mismo San Pablo dice a sus fieles de Corinto “sean imitadores míos tal cual yo lo soy de Cristo” (I Cor. 11,1) ahora bien para ser imitador de San Pablo hace falta haberlo visto y escuchado. Del siglo primero hasta nuestros días hubo cristianos y presbíteros en Corinto o en Roma que vivieron conforme a lo que habían visto y escuchado, y nos lo comunicaron a nosotros los católicos de todos los tiempos, lo que ellos recibieron de los Apóstoles nos ha sido transmitido, por eso la Iglesia Católica es la única Iglesia apostólica.
El mismo Apóstol Pablo dice, “Los alabo porque observan las tradiciones conforme se las trasmitimos” (I Cor11, 1-2) una secta que nació casi 2000 años después, no ha visto nada, no tiene tradición apostólica, por lo tanto no tiene tradición legitima.
La palabra tradición viene del latín y significa: entrega, trasmisión, lo transmitido, en la Iglesia Católica los fieles, con sus presbíteros observaron lo que les fue comunicado, transmitido y ellos lo comunicaron a la vez a las generaciones siguientes, así desde el siglo primero hasta nuestros días.
La primera secta fue fundada por un mal sacerdote católico alemán que no quiso obedecer al Papa, llamado Martín Lutero 1531 años después de Cristo, muchos otros sacerdotes deshonestos y políticos interesados que apoyaron a Lutero en su rebeldía, hicieron una gran revolución en Europa y después se dividieron entre ellos en una infinidad de sectas que confundidos siguen confundiendo a las personas por todo el mundo.
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