Por: Arturo Lara
Ahora que se acerca el inicio de cuaresma y con el, miércoles de ceniza, debemos preguntarnos cual es el objetivo de esa celebración, porque y para que, no podemos resumirla a solo asistir como cualquier persona, nosotros debemos de hacer la diferencia. No podemos acudir a la celebración sin proponernos realmente enterrar en ceniza al hombre viejo y que nazca en nosotros el hombre nuevo en Cristo Jesús. No seamos hipócritas hermanos, no mostremos esa hipocresía al Señor.
Algo que también se debe tener en cuenta es que la ceniza ni es mágica ni recurres a una celebración que borra tus pecados mágicamente, esto lo digo con decepción pues se ven iglesias llenas de personas que en todo el año se vuelven a parar por ahí, por eso no solo vayas y “te pintes” para nunca más volver el resto del año, no pequemos de ignorantes y formémonos en nuestra fe.
La ceniza tiene un gran significado para el Cristiano, siendo un signo externo para despertar algo interno, la ceniza debe representar para nosotros el arrepentimiento, la penitencia, compromiso y la conversión. Si para ti hermano no representa eso y vas solo por “pintarte” la frente, estas muy mal, pues vives en ignorancia y pereces por culpa de ella como el profeta Oseas lo menciona. (Oseas 4,6)
Escuchemos con atención las palabras que nos dice el ministro antes de colocar la ceniza y pongámoslo en práctica, “CONVIÉRTETE Y CREE EN EL EVANGELIO” Y POLVO ERES Y EN POLVO TE CONVERTIRÁS. Podemos ser polvo mañana y ¿Qué cara pondrás frente a frente cuando estés con el creador de todo lo que conoces?
Recuerda que con el miércoles de ceniza empieza nuestro caminar por la pascua, centrándonos en el caminar por el desierto, ese mismo que Jesús camino para hacer oración y ayuno. Ora y ayuna tu también, pero sobre todo ayuna de criticas, chismes, lujuria, tecnología mal empleada y de todo aquello que daña el corazón.
Aquí algunas citas bíblicas de la Ceniza como signo de conversión:
Mt.11,20, Jdt 4,11, Job 42,11.
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