“Estas señales han sido escritas para que creáis que Jesús es el Cristo,
el Hijo de Dios, y para que creyendo tengáis vida en su nombre”.
POR: JORGE MONRROY
Juan Manuel Martín-Moreno, en su libro “Los personajes del cuarto evangelio”, a lo largo de tres capítulos -Los hijos de la luz; Los que odian la luz; El protagonista absoluto-, explica la historia de los encuentros y desencuentros de una serie de personajes con Jesús de Nazaret y la constatación del desenlace de estos encuentros que culminaron en su acogida o en su rechazo.
El autor, será nuestro guía a lo largo de estas colaboraciones para comprender el evangelio desde nuestra problemática actual, pero, como él mismo resalta, sin tratar de sacar consecuencias prácticas, devotas o piadosas que son contrarias a una interpretación crítica y completa del propio texto.
Martín-Moreno destaca que la lectura que hace del evangelio es desde el seno de la iglesia católica, una comunidad interpretativa, con la que comparte el lenguaje, la contemporaneidad, la experiencia de fe puesta en común y la cosmovisión.
Al tiempo, subraya que el “evangelio ha sido escrito desde la fe, para solicitar la fe, y para dar vida mediante esa fe. Toda lectura del evangelio que no se sitúe en esa dinámica y no lleve a la fe, o no contribuya a dar vida a los lectores, no está sintonizando con la ‘intención del autor’ y por eso no podrá nunca comprender el texto, por mejores que sean los instrumentos filológicos, literarios, históricos o sociológicos que utilice”.
Ya que representa un peligro el uso unilateral de los métodos bíblicos, sin descartar que cada método puede aportar intuiciones valiosísimas cuando sus resultados se integran con los que son aportados por los otros métodos.
Juan Manuel Martín-Moreno, advierte en la introducción la estrecha relación que se da entre el lector y el texto, refiriéndose al evangelio de Juan, y “que la vida del lector se convierte en clave de interpretación del texto, y el texto en clave de interpretación de la vida del lector”.
De ahí la trascendencia de este espacio, donde te invitamos a que puedas hacer nuevas lecturas del texto, para que éstas sean cada vez más iluminadoras.
“Desde una vida cambiada por la primera lectura, el lector podrá embarcarse en una segunda lectura que le descubrirá nuevos horizontes que su yo primerizo no había sido todavía capaz de descubrir”, así concluye Martín-Moreno.
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