POR: JONATHAN CERÓN
La música católica, sin sonar secular, tiene sus géneros. Existe música de uso exclusivo para la Santa Misa, conocida como música litúrgica o música sacra, hablando de obras destinadas a la celebración de los Santos Misterios, ya que también existe música sacra "de concierto".
Asimismo tenemos música de reflexión, de alabanza y de adoración en géneros tan variados, que nombrarlos me llevaría el artículo completo, pero a todo esto ¿cuál es el sentido de la música católica? Es algo que pasamos por alto a la hora de buscar y elegir, creemos que todo lo que está en la red puede servir, pero no es así, el principal objetivo siempre será llevarnos a un encuentro personal con Cristo.
Es importante que cuando tengas la intención de escuchar o utilizar la música para un momento dentro de la Iglesia consideres estos tres sencillos puntos:
Primero, el autor. Cuando elijas una canción es importante que revises quién es el compositor y su origen, es tan fácil saber cuál es su ideología para identificar si es de origen protestante o no.
Segundo, la letra. Cuidar que no exista alguna frase o mensaje que vaya en contra a la doctrina de la Iglesia, es garantía de que esto no pase, si el autor es católico.
Tercero, el uso. Así como lo comentamos al inicio, cada canción fue inspirada para un momento y un lugar en específico, pero al elegir la música litúrgica es donde se debe de tener más cuidado; los coros de la parroquia lo viven a diario.
Oigamos cien por ciento música católica. Por supuesto, hay muchos más criterios para hacer una mejor elección, sin embargo, tiene más valor fomentar obras de cantantes católicos consolidados y nuevas promesas, que su ministerio ha sido llevar a Cristo por medio de la música.
Escuchemos canciones que llenen el corazón del amor de Dios y que aviven nuestra fe.
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